viernes, 13 de diciembre de 2013

Viernes 13

Me encontraba en la parada del autobús. Cada vez había menos rastros de la luz del sol y el aire helado recorría las calles, tirando las hojas restantes de los árboles alrededor.

El vapor comenzaba a salir de mí cada vez que respiraba, la temperatura había bajado aún más.

El autobús había llegado, subí a él, estaba casi vacío pero decidí sentarme en el penúltimo asiento. El viaje sería un poco largo, así que decidí cerrar mis ojos un momento y perderme con la música que salía de mis audífonos.

Viernes 13, como muchos lo conocen, día de mala suerte… aunque para mí, no era así, generalmente eran días comunes y corrientes, pero desde que lo conocí, me propuse que fuera un día especial.

Días antes, había descubierto que cada diciembre hay una lluvia prolífica de estrellas, según páginas de internet, ésta sería el 13 y empezarían a verse desde las 10:00 pm.

Abrí mis ojos y suspiré al darme cuenta de que aún faltaba un largo tramo para que llegara, tomé mi bolso y saqué una pequeña caja color café oscuro. Sonreí mientras acariciaba las esquinas de ésta con las yemas de mis dedos y la volví a meter con cuidado para que no se maltratara o aplastara.

Minutos después, ya había llegado a mi destino, pedí mi parada y bajé del autobús. Tenía cierto miedo de ir sola caminando por la calle en medio de la noche, pero el lugar se veía muy tranquilo y había mucha gente, incluyendo niños jugando o caminando con sus padres, a pesar del frío que hacía. 

Caminé unas cuantas cuadras y llegué a un lugar en el cual sólo había casas, saqué un papelito en donde tenía anotado la dirección de la suya y comencé a buscarla. No soy muy buena ubicándome en las calles, pero por alguna extraña razón, logré encontrarla más rápido de lo que pensaba. Me dirigí hacia la puerta, respiré profundo y toqué el timbre. Unos cuantos segundos después, una voz sonó a través del intercomunicador.

-¿Quién es?

Logré reconocer esa voz y los nervios invadieron mi cuerpo.

-Soy… E… Eli.
-¿Eli?... Espera un momento.

“No debí haber venido…" ese y un millón de pensamientos pasaban por mi mente.
Inhalé todo el aire que pude y lo saqué hasta quedarme sin nada. Pocos minutos después, él abrió la puerta.

-Hola- dije sonriendo.- tanto tiempo sin verte.
-Hola Eli… ¿Qué haces por aquí a estas horas?
-Quería… darte esto- tomé mi bolso, saqué la pequeña cajita y se la di.- feliz cumpleaños.

Él sonrió y la tomó.

-No creí que lo recordarías… ¡Gracias!
-Sabes que eso no pasaría.
-¿No tienes frío? ¿Quieres pasar?

Negué con la cabeza.

-No, gracias- dije con una sonrisa.- pero… ¿quieres salir un rato?
-Claro.

Sonreí, cerró la puerta y comenzamos a caminar.

-¿Cómo has estado, Eli?… tiene mucho que no hemos hablado.

Suspiré.

 -Siendo sincera… Te he extrañado mucho. Y trataba de no estar triste, pero no podía, sólo quería verte. Y sabía que esta era una buena oportunidad para hacerlo- dije mientras veía el cielo.
-No tenía idea…
-Mira arriba- lo interrumpí.

La lluvia de estrellas había comenzado.

-¡Wow!... no sabía que había una hoy.
-Siempre son el 13 de diciembre.
-¿En serio? No sabía- dijo riendo
-Casi nadie sabe, alguno que otro la verá por casualidad, otros ni siquiera mirarán el cielo y pasará desapercibida. Yo tampoco lo sabía hasta que lo vi en internet.

Los dos reímos.

-Me alegra verla contigo- dijo con una gran sonrisa.- gracias.

Tomó mi mano y siguió viendo el cielo. Yo sonreí y recargué mi cabeza en su hombro.

-Eli...

Levanté mi cabeza y lo vi.

-Te quiero.



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lunes, 18 de noviembre de 2013

El pasado en el pasado


Lo que he aprendido, es que el pasado debe quedar atrás. Que lo que pasó, ya pasó,  y que haya pasado, no significa que vuelva a suceder.

Hay cosas que es mejor no recordarlas, porque esos recuerdos, los cuales no son al 100%, te hacen creer que el pasado era mucho mejor que el presente, y en algunos casos puede ser cierto, pero en otros, nuestro cerebro sólo recuerda aquellas cosas "buenas" pero no recuerda aquellos momentos difíciles que tuvimos que vivir.

A veces debemos disfrutar del presente, y si creemos que nuestro pasado era mejor, ¿por qué no esforzarnos por hacer nuestro presente mucho mejor?

A veces creo que muchos nos estancamos y deprimimos por recordar cosas que fueron buenas en su momento, pero que no han vuelto a pasar, y tenemos la esperanza de volver a vivirlo, y por eso nos deprimimos, porque no lo hacen. No queremos aceptar cambios, no nos damos cuenta de que hay cosas mejores frente a nosotros.

Es mejor dejar las cosas en el pasado y disfrutar del presente. Así podremos vivir momentos mejores que los pasados.

martes, 15 de octubre de 2013

No te vayas

-Te amo... Lo sabes, ¿verdad?- le susurró al mismo tiempo en el que las lágrimas comenzaban a caer sobre sus mejillas.

Recargó su cabeza sobre su hombro y lo rodeó con sus brazos.

-No te vayas- dijo con voz temblorosa.

Él apenas logró escuchar sus palabras, pero la abrazó fuertemente.
Ella no quería soltarlo, él era la única persona con la que se sentía segura cuando la abrazaba, era como si encajara perfectamente entre sus brazos.
No podía dejar de llorar pero él ya tenía que irse.

-Lo siento, todo tu hombro está mojado- dijo con una sonrisa y secando sus lágrimas con la manga de su sudadera.

Él sonrió y dejó de abrazarla, se separó de ella unos cuantos centímetros y con sus dedos, colocó el mechón de cabello que tenía en la cara, detrás de su oreja.

-Tengo que irme... lo siento.

Le dio un beso en la mejilla, salió del cuarto y comenzó a bajar las escaleras.
Ella sólo lo veía bajar a través de la ventana. Sentía como si hubiesen estrujado su corazón con demasiada fuerza. Se dio la espalda, se recargó en la pared y empezó a deslizarse lentamente hasta sentarse en el piso.

Sus manos comenzaron a enfriarse y las lágrimas caían nuevamente, una a una. La única persona a la que se había atrevido a amar... se había ido.

viernes, 4 de octubre de 2013

Se acabó

Sintió que su corazón se detuvo por un momento, pero... ni una lágrima apareció en sus ojos. Sentía aún ese vacío que ha sentido por años, pero, no de la misma forma.

"¿Acaso estoy... feliz?" Se preguntó extrañada.

-¿Así se acabó todo? Sin decirnos adiós... o siquiera dirigirnos la palabra, ¿simplemente así?

Llevó su mirada al cielo.

-Pero... ¿Por qué no siento nada?- Dijo al mismo tiempo en el que se llevaba la mano al pecho.

Se sorprendió al notar que su corazón no latía de forma diferente. Respiro profundamente todo el aire que pudo y lo sacó hasta quedarse sin nada.
Una sensación extraña invadió todo su cuerpo.

-No entiendo...

Cerró sus ojos un momento. El ligero viento de aquella noche, tocaba delicadamente su cara y cabello.

Tal vez la parte que seguía insistiendo en quererlo, al fin se había resignado...


martes, 1 de octubre de 2013

Habías dicho que ya no importaba

Y ella, aún con lágrimas en los ojos, seguía caminando. Se arrepentía de ver lo que había visto.


"No llores..." se lo repetía una y otra vez.


Ella pasaba con rapidez entre la gente sin levantar la mirada, quería llegar lo más lejos posible.


Las lágrimas comenzaron a derramarse sobre sus mejillas y empezó a bajar de velocidad. 


"Se suponía que ya no te importaba..."


sábado, 21 de septiembre de 2013

Me enamoré de su cabellera



¿Estaré tan loca como para enamorarme de él?...

¿Por qué no puedo evitar verlo? 

Él tiene algo que... me provoca un exceso de emociones que no sé cómo controlarlas. Me provoca miles de suspiros ahogados en nostalgia, me provoca sonrisas llenas de nerviosismo e inestabilidad. 

¿Por qué vuelvo a sentir ésto? De todos modos sé que si lo hago será en vano.

Pero... ¿por qué él? 

¿Será su cabello? Sus hermosos chinos, los cuales debo abstenerme de tocar cada vez que lo tengo cerca.

¿Será su voz? Tan intrigante, tan profunda y llena de misterio,  combinado con un poco de alegría.

¿Será su sonrisa? Tan perfecta que me provoca una arritmia impresionante.

¿O acaso su personalidad? Que pocos han tenido la oportunidad de conocer realmente. Tan misterioso por fuera, tan tierno, inteligente y lleno de un no sé qué por dentro....

No sé qué es... no tengo idea. Todo él me provoca sentimientos que ni yo sé cuáles son.
Cada vez que habla me provoca el típico 'asdfghjklñ'. Tan sólo escucharlo reír, me genera cosquillas en el estómago. Cada vez que me habla, debo tratar de no sonrojarme y pensar lógicamente para no responder cualquier tontería. Él es capaz de dejar mi mente en blanco con decir una sola palabra.
... ¿Por qué?... ¿Por qué él?

No lo sé, pero como dije.... si me enamoro de él, será en vano.

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Te acuerdas de mí?



Hola... ¿me recuerdas?
Soy esa niña que estuvo enamorada de ti por dos años...
Aquella que se sonrojaba y escondía cada vez que te veía.

¿Te acuerdas de mí?

Soy esa niña que te escribía casi todo los días preguntándote cómo estabas, si todo iba bien.
Esa niña que sonreía con sólo hablar contigo.

Sí, ha pasado ya bastante tiempo desde la última vez que nos vimos... pero quiero que sepas que, siempre te tuve en mi mente, día y noche, todos los días.
Y quiero que sepas que, eras una de las personas que más miedo tenía de perder, porque eras quien más me hacía feliz.

Pero... me alegro al decir que, ya terminé con esto.

Realmente me valoraba muy poco para estar detrás de alguien a quien nunca le importé.

Me dolía ver que nunca fui una prioridad en tu vida, nunca fui 'alguien' para ti, siempre fui una persona, que se quedara o no, era igual.

Llega un momento en el que simplemente te cansas de todo, y yo, ya lo hice, me cansé, me cansé esperando siempre un hola de tu parte, rogándote, esperando una simple respuesta. Me cansé de siempre estar para ti, aunque tú no tuvieras ni siquiera un minuto para mí.

Me preocupaba bastante por ti. Siempre estaba ahí cada vez que me necesitabas... ¿Y qué? Nunca lo valoraste.

Tengo una lista llena de una infinidad de tonterías que hice por ti y todas las cosas que me hiciste. Pensar en ellas ahora me da risa, pero antes... no tienes la más mínima idea de cuánto me lastimaron.

Aún recuerdo todo lo que pasamos juntos. Decir que pensar en cada una de ellas no genera emoción alguna en mí, sería una gran mentira, pero lo que sí es verdad, es que ya no son con la misma intensidad que antes.

Eras esa piedra con la que me encantaba tropezar. 

Sólo sé que todo eso se acabó, y sé que... todo estará bien, a partir de ahora.
Sólo era cuestión de tiempo el que me diera cuenta del gran agujero en el que me encontraba atrapada.

¿Me recuerdas?
Soy esa niña que estuvo enamorada de ti por dos años...
Aquella a la que besaste por lástima.
Aquella a la que sólo hablabas por educación.

Y esta soy yo



Mi nombre es Melanie, tengo 17 años, y estoy en mi último año de preparatoria.

Soy una chica enamoradiza, amante de la música, naturaleza y animales, escritora y fotógrafa por hobbie, con una gran adicción a los videojuegos; algunos dirán que con personalidades múltiples y uno que otro problema psicológico.

En fin, la sociedad me ha taggeado como rarita, yo me describo como una adolescente con gustos random y un enfoque un poquitito más amplio a lo que es la vida.

Mi vida es un completo y hermoso desastre, es prácticamente una tragicomedia tan increíblemente realizada, en la cual, al parecer no soy la directora.

Nunca sé qué va a pasar, cada día es una gran incógnita, a veces me sorprendo, otras… me decepciono.

Siempre he sido una persona a la que se le notan mucho los cambios de ánimo, es por eso que la gente piensa que tengo desórdenes de personalidad un poco graves… lo cual me causa gracia, pero a veces me deprime. Y no es que sean desórdenes de personalidad en sí... de hecho, es consecuencia de mi “me tomo todo personal”, y mi defecto de pensar de más. Eso y sumándole mi increíble falta de autoestima y codependencia. 

Siempre ando divagando en mis pensamientos, creando situaciones que nunca pasarían. 

No soy buena en esto del amour, me he enamorado, por supuesto, y una infinidad de veces (ehm… bueno, sólo dos), y sólo he tenido un novio, aunque no sé si contarlo, era más como una relación de primaria… y eso que fue hace unos 2 meses. 

No soy una persona “agraciada” (por así decirlo). Estoy llena de defectos tanto internos como externos. Pienso que en un futuro seré una viejita amargada con 8 gatos...



En fín… esta soy yo.


lunes, 22 de julio de 2013

Mi vida no es una historia de amor



Últimamente, sólo tengo un pensamiento, el cual no abandona mi mente, y por más que me gustaría negarlo... no puedo.

Cada vez que llueve, me imagino cómo sería el estar con alguien, dejando que las gotas caigan sobre los dos, verlo a los ojos y tener la seguridad de que esa persona siente lo mismo por ti. Un momento tan mágico que ninguna película se podría comparar.

Sería algo perfecto el vivir toda una vida con esa persona.

Sólo sé que, mientras escribo, todo es como cualquier historia juvenil, una adolescente con un amor platónico, el cual sabe que no piensa en ella, y que no siente ni sentirá algo. Pero, en ésta versión, no pasa ningún milagro en el que ese muchacho se enamora mágicamente de esa adolescente. Ésta vez no es así, mi vida no es un guión de película de amor.

En esta historia, ésta adolescente se refugia entre las letras, desahogándose y divirtiéndose, plasmando sus ideas en las hojas de una libreta que nunca abandona, pero que pronto se llenará... y, de vez en cuando, relata cosas que ésta adolescente sólo vive en sueños.

Mi vida no es una historia de amor, es más que nada una tragicomedia, en la que, sólo soy la protagonista porque es mi vida, pero muchas veces pierdo el papel principal.
Al parecer, el amor no fue hecho para ésta adolescente, o más bien, ella no fue hecha para el amor.

En fin, esta historia aún se está escribiendo.
Ni siquiera hemos llegado al clímax.




Continuará...

viernes, 19 de julio de 2013

Demasiado tiempo libre


Estos días he estado corta de inspiración. He querido escribir en varias ocasiones, pero tengo tantas ideas acumuladas y desordenadas en la mente, que sólo me quedo viendo la pantalla de la computadora, o, en su caso, dibujando cosas sin sentido en las hojas de mi libreta.

No lo sé... es extraño. Me di cuenta de que he cambiado bastante, he dejado de hacer muchas cosas que me gustaban hacer, dejé de escuchar la música comercial que tanto me encantaba y en su lugar, he estado jugando World Of Warcraft... Ni siquiera entiendo mi forma de pensar actual. Y es extraño porque empecé a escuchar música que en mis épocas de "materialismo", nunca me hubiera atrevido a escuchar.
Hay tantas cosas que han estado cambiando dentro de mí en estos últimos años... como cuando no me atrevía a leer ni un libro cuando era pequeña... tantas cosas sin alguna conexión aparente dentro de mi mente.

Y no es el que esté "madurando", es totalmente lo contrario, me siento más inmadura que antes...

Mi mente está en un desorden total.

No tengo idea de lo que tengo dentro de la cabeza, trato de indagar por ahí, pero no he tenido resultados... o al menos no por el momento. O podría ser que, tal vez, ni siquiera quiero hacerlo... no quiero saber que tengo dentro de mi mente. Miedo... o simple flojera.

Últimamente, en mis vacaciones, entro en crisis existenciales y de identidad... y no tengo idea de por qué... Me afecta tener tanto tiempo sin tener algo que me mantenga ocupada.

Debería dejar de pensar tanto...

miércoles, 17 de julio de 2013

"No soy diferente"



"No soy diferente. No soy bohemia como asegura todo el que no me conoce: no pinto, no dibujo, no toco ningún instrumento, no canto. Quería decirte que no actúo en obras de teatro, que no escribo poemas. No bailo excepto cuando estoy alegre en las fiestas. No soy deportista, no soy gótica ni porrista, no soy tesorera ni segundo capitán. No soy una lesbiana que ha salido del clóset y se siente orgullosa, ni el chico de Sri Lanka, ni una trilliza, una borracha, un genio, una hippie, una cristiana, una puta, ni siquiera una de esas chicas superjudías que tiene una pandilla con kipá y le desea a todo mundo un feliz Sucot. No soy nada (...) 

Me gustan las películas, todo el mundo lo sabe- las adoro-, pero nunca estaré al frente de ninguna porque mis ideas son estúpidas y están desordenadas en mi cabeza. No hay nada diferente en eso, nada fascinante, interesante, que valga la pena mirar. Tengo un pelo horrible y ojos de tonta. Tengo un cuerpo que no es nada. Estoy demasiado gorda y mi boca es increíblemente fea. Mi ropa es una broma y mis bromas son desesperantes y complicadas y nadie más se ríe con ellas. Hablo como una imbécil, no sé decir nada que haga pensar a la gente como yo, simplemente parloteo y tartamudeo como una fuente rota. (...) Hablo mal de todo el mundo y luego me enfurruño cuando no me llaman. Mis amigos se desvanecen como si los hubiera lanzado de un avión. Sudo por todas partes, mis brazos, la manera en la que me muevo de forma torpe tirando cosas, mis calificaciones normalitas y mis intereses estúpidos, el mal aliento, los pantalones ajustados por detrás, mi cuello demasiado largo, o algo así. Trato de engañar y me descubren, me hago la interesante y meto la pata, estoy de acuerdo con los mentirosos, digo cualquier tontería y pienso que es algo inteligente. Me tienen que vigilar cuando cocino para que no queme el guiso. Soy incapaz de correr cuatro cuadras o de doblar un suéter. Finjo como una imbécil, bromeo como una loca, perdí la virginidad y ni siquiera eso hice bien, accediendo a ello y poniéndome triste e irritándome después, aferrándome a un chico que todo el mundo sabe que es un tarado, un bastardo, un imbécil y un cabrón, queriéndolo como si tuviera doce años y descubriendo toda la verdad de la vida en la sonrisa de un recorte de revista. Amo como una loca, como en una comedia romántica, como una boba con demasiado maquillaje que dice su extraño guión a un hombre atractivo cuyo propio espectáculo de comedia ha sido cancelado. No soy romántica, soy una tonta. Sólo los estúpidos creerían que soy lista. No soy nada que nadie debería saber. Soy una lunática que deambula en busca de migajas, soy todos y cada uno de los miserables imbéciles a los que he desdeñado y pretendido no reconocer. Soy todos ellos, cada uno de los últimos detalles horribles de un mal disfraz de última hora. No soy diferente, en lo absoluto, no soy distinta a otra partícula cualquiera. Soy una imperfección imperfecta, una ruina ruinosa, unos restos manchados y tan destrozados que soy incapaz de descubrir lo que era antes. No soy nada, nada de nada. (...)" 


-fragmento de "Y por eso rompimos" de Daniel Handler-

viernes, 5 de julio de 2013

En un café




 Y aquí estoy yo... con un pastel y una malteada a la mano que no he tocado para nada.
Estoy prácticamente sola, sintiéndome tan pero tan fuera de lugar.

 Cómo hubiera preferido quedarme en casa, recostada en mi cama, viendo la lluvia caer.

Dos compañeras de la escuela aparecieron por aquí... ¿Cuáles eran las probabilidades de encontrármelas? De tantos cafés que hay por aquí, están en el mismo que yo.

 Deberán creer que soy una grosera... Las vi, me vieron, pero desvié la mirada, no las saludé ni nada... sí, soy una grosera; algo habrán dicho de mí, se rieron después de verme, se sentaron en un lugar donde no las puedo ver.

 Debí haberles sonreído, o haberles hecho el típico gesto con la mano para saludar... pero no lo hice... no hice nada... sí, soy una grosera.

Primer sorbo de malteada...
Sigo aparentando que pongo atención a toda la plática..
Un tal Carlos tenía una relación amorosa con su alumna... o al menos eso escuché.

Primer rebanada de pastel... No está tan mal. 
Chismes, chismes y más chismes... no sé que hago aquí.

5 sorbos de malteada más...
Un grupo de personas llegó, seguramente cosas del trabajo, se nota en la forma de vestir de todos ellos... en los ojos de preocupación bien disimulados con una sonrisa tan falsa y obligada... seguramente alguno pensando lo mismo que yo ¿Qué  demonios hago aquí?

Más sorbos, más rebanadas...
Mis compañeras se fueron. No me vieron, no me despedí... Sí, soy una grosera.

Un sorbo más y una rebanada más...
La lluvia regresó... Estoy controlando mis impulsos de querer irme y empezar a caminar sin rumbo bajo la lluvia. ¿Qué hago aquí?

3 sorbos más y jugando con lo que queda del pastel...
Sigo tratando de disimular el aburrimiento.
El lugar está casi vacío.

Más sorbos y un pedacito más...
Demasiado dulce para mi gusto. Mis ganas de irme aumentan.
Chismes, chismes, chismes...

Un pedacito más y se acabó el pastel...
Más de tres horas aquí.
El aburrimiento se transformó en sueño.

Se acabó la malteada...
El sol ya se ha ocultado y seguimos aquí.
Sólo hay una familia frente a nosotros.
¿Qué hacer, qué hacer? Tamborileo mis dedos sobre la mesa, observando cuidadosamente la decoración del lugar. Muchas fotos de películas antiguas mexicanas.
Ya me quiero ir.

Casi cuatro horas...
Mis ojos luchan por permanecer abiertos.

La cuenta por favor.
¡Al fín!

La timidez no me deja



"Y el momento se pierde... te sientes tan fuera de lugar.
A veces cometes errores sin pensar... aunque tal vez piensas demasiado por error. Quedas nuevamente como el villano de la historia.
Creías haber escapado, pero no por completo."
A veces siento que no soy tan mala persona. Es decir, cuando hago algo malo, no tengo la conciencia tranquila, y pienso en eso día y noche hasta que lo arreglo de alguna manera.
Ciertas veces, piensan que soy grosera y mal educada... pero no es que lo sea, es que en ciertas ocasiones, no sé cómo actuar y mi timidez me deja paralizada... sea la persona que sea.
Soy demasiado tímida como para entablar una conversación por mí misma, además de que me cuesta mucho seguir con la plática; llego al punto de, o ser cortante con mis respuestas, o escapar... sí, suelo huir de esas situaciones incómodas, con la esperanza de no volver a encontrarme con esas personas... nunca.
Suelo evitar los momentos de socializar, por eso no voy a fiestas o reuniones, todo para no pasar por mis momentos de "no he dicho nada en toda la plática" "¡No sé qué decir!" "¡¿Qué hago?!". También evito el tener que saludar a una persona que me llego a encontrar en la calle o algún lugar público, no porque quiera ser grosera o me caigan mal, es por el simple hecho de pasar por mis ataques de "¿Lo saludo, le sonrío?... se está acercando ¡¿qué hago?!", o ese sentimiento incómodo de saludarlos y que ellos a mí no. Cuando pasa eso, cambio de ruta "discretamente", empiezo a jugar con el celular "simulando" no haberlos visto... y sí, lo puse entre comillas porque suelo ser 《DEMASIADO》 obvia... los nervios no me dejan ser discreta.
Soy demasiado tímida... Mucha gente que ha pasado por mi vida me ha dicho que le caigo mal o desespero por ser callada (lo bueno es que son sinceros). Y sí, cuando estoy sola con gente que no conozco lo suficiente o que no conozco para nada, no digo ni una sola palabra.
En cambio, cuando estoy con mis amigos... no me pueden callar...
Sí, ironías de la vida.

miércoles, 3 de julio de 2013

"Estoy bien"



Momentos en blanco, miradas vacías y labios en silencio.

¿Qué decir? Sólo tienes deseos de irte y alejarte de todo.

Llegan momentos en los que sólo piensas "mentira, mentira, mentira, mentira..."

A veces llegas a tener miedo, no crees en las palabras que te llegan a decir. Sólo sabes que por ser como eres, eres propenso a las burlas o bromas de personas que se sobrevaloran a sí mismas, no les importa, en lo más mínimo, herir a otros, sólo porque de esa manera se divierten, entretienen y se sienten más... Realmente no lo entiendo, es estúpido.

Sólo callas y tratas de olvidar, te limitas a decir algo o hacer algo. Te duele, por supuesto que sí, pero te niegas a derramar alguna lágrima.

Te preguntas a ti mismo ¿Por qué eres así? ¿Por qué te hacen eso? ¿Por qué te lastiman de esa manera?

Te odias, odias a los demás, odias todo.

"No importa, no importa" Te lo repites las veces necesarias para que las lágrimas que tienes acumuladas no caigan.

Respiras profundo y sonríes... "Estoy bien"

lunes, 1 de julio de 2013

No inspiration



Quedarse callando, bajar la mirada y seguir. Quedarse con las palabras atascadas, morirse por hablar, por decir algo, sacar los miles de sentimientos que has guardado, que aunque no se puedan describir, sientes la necesidad de sacarlo.

Las manecillas siguen en movimiento, el tiempo no se detiene, el mundo sigue avanzando, pero tu sigues varado.

Los días van pasando, la lluvia cae, el viento corre, caminas sin rumbo fijo, sin tener a dónde ir, pero queriendo llegar a alguna parte.


Y cuando llegan las suposiciones



Y llega el momento en el que piensas que todos te odian y que has hecho algo malo... sólo piensas en por qué no te hablan o por qué son cortantes. Te haces las típicas preguntas de "¿les pasa algo?” “¿Están enojados?” “¿Habré hecho algo malo?" Y tú sólo te hundes en ese tipo de preguntas y te la pasas pensando en las cosas que hiciste, y las cosas que se pudieron haber malinterpretado. Y después de tanto pensar te preguntas "¿acaso soy mala persona y no me doy cuenta?" y luego piensas, "tal vez soy una mala persona"... "Tal vez piensan que soy una...." y te sigues con una infinita serie de palabras de lo mala o malo que puedes ser para esas personas.
Te preguntas "¿acaso les molesto?,  ¿se habrán cansado de mí?" y así te la pasas todo el  día pensando en eso.

Y llegas al punto en el que mejor no les preguntas nada por el simple hecho de "si acaso están enojados", y te sigues hundiendo en tus pensamientos esperando a que ellos te hablen.




A esto yo le llamo Ataques de Suposiciones e Inseguridad

miércoles, 1 de mayo de 2013

Hace tres meses



Hace tres meses, seguía viviendo con la ilusión de que algún día te enamoraras, con la esperanza de que volviéramos a vivir esos momentos que pasamos aquellos días de octubre y noviembre.

Hace tres meses, aún me esforzaba y esmeraba por verme por lo menos un poquito bonita para ti.

Hace tres meses, seguía soñando con nuestro “felices por siempre”. Seguía imaginando nuestro futuro juntos.

Hace tres meses, aún sentía maripositas hiperactivas en mi estómago cuando me hablabas, cuando te veía… cuando me veías.

Hace tres meses, seguía ruborizándome cada vez que hablaba contigo, cada vez que me mirabas a los ojos. Seguía con esa dificultad de poder hablarte con tranquilidad.

Hace tres meses, aún vivías entre la tinta en mis libretas, entre las palabras que escribía.

Hace tres meses, seguía sin controlar esa sonrisa estúpida que me provocabas. Me causabas tantos nervios que yo me volvía estúpida.

Hace tres meses, aún esperaba ver ese puntito verde junto a tu nombre para poder hablar contigo, aunque no pudiera decir ni una palabra, buscaba una excusa para escribirte, y era feliz al escuchar ese sonidito que anunciaba que habías contestado.

Hace tres meses, seguía buscándote con la mirada, seguía escuchando cada una de tus palabras con tanta atención. Solía reírme contigo… a veces de ti, era inevitable, sólo me mirabas enojado, y yo, con otra mirada, te decía que no era enserio… sonreías, yo sonreía también.

Hace tres meses, seguía encontrando la inspiración en ti… provocabas cada suspiro entre cada palabra, creabas una película en mi mente que no acababa y no quería que terminara.


Pero… desde hace tres meses nos volvimos desconocidos.

Desde hace tres meses, sólo hay contactos visuales que no dicen nada… están completamente vacíos.

Desde hace tres meses, nos volvimos extraños…

Desde hace tres meses, tengo las palabras que quisiera decirte, atascadas.

Desde hace tres meses, oculto mi tristeza con una sonrisa.
 
Desde hace tres meses, vivo entre los recuerdos que tengo en mi corazón que se reproducen día y noche, y se convierten en sueños.

Desde hace tres meses, ahogo mis sentimientos entre lo más profundo de mí para que nadie los encuentre.


Desde hace tres meses sólo hay un suspiro que no acaba y un deseo que no se cumple…

miércoles, 24 de abril de 2013

Lluvia

Era época de sequía, no había llovido en meses, ese ambiente seco me deprimía.

Seguía pensando en él, seguía lastimándome a mí misma. Lo veía y mi corazón aún se aceleraba.

Un día, me había cansado de sentirme así por él, y mientras veía las estrellas pensé: "Lo olvidaré hasta que llueva". Al otro día, hubo una tormenta.

martes, 23 de abril de 2013

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Me preguntó si ya lo había olvidado, sonreí, me di la vuelta y empecé a caminar... De repente, las lágrimas se acumulaban, comencé a ver todo borroso, me detuve. Me quedé parada debajo de unos árboles frondosos. Alcé la mirada, pequeños rayos de sol podían colarse entre las hojas, las lágrimas comenzaron a caer, sin embargo, mi sonrisa seguía ahí.