Despedidas

El tiempo pasa y hay personas que vienen y van. Personas que se quedarán en tu corazón, otras que sólo serán un recuerdo momentáneo que muy pronto se olvidará.

No hay que temerle a las despedidas, tampoco hay que aferrarse a la gente. Siempre va a haber un momento en que tendrás que decirles adiós, tendrás que dejarlas ir... aunque no quieras.

A veces dolerá, otras no tanto... 

Siempre hay que disfrutar cada momento que tienes con esas personas, ríe, disfruta, sonríe, como si no hubiera un mañana... porque a veces es así, nunca sabes cuando esas personas ya no estarán, o cuando te tengas que alejar.

Las cosas pasan cuando menos te lo esperas, ya sean cosas buenas o cosas malas. Pero si realmente quieres a esas personas, disfruta esos momentos, por muy pequeños que sean. No hay que esperar a que pase algo, como una despedida, una enfermedad, etc., para estar más con esas personas. Es mejor decirles "te quiero" todos los días, a esperar un cumpleaños o una festividad, demuestra tu cariño siempre que puedas.

No me dejes

No me dejes abandonada en la oscuridad, sin ninguna luz que ilumine el lugar.
No me dejes abandonada mientras me ahogo en silencio, sin saber qué sucederá... Sin nada de ti, sólo tu recuerdo.

Ahogada entre mis pensamientos

"Si tan sólo en ese momento en el que tu mirada se cruzó con la mía... hubieras tenido ese cosquilleo que yo siento cada vez que te veo..."
¿Cómo hacer para olvidarte? La respuesta no la encuentro por ningún lado. No he podido olvidarte... sé que prometí que lo haría, pero no lo hice, no quería hacerlo... Esa es la verdad.
No quería arrancarte de mi corazón... no podía, simplemente no puedo.

Entre las gotas que caen del cielo

Realmente amo sentir esa tranquilidad y felicidad inmensa cada vez que me encuentro debajo de la lluvia.

El sonido de las gotas al tocar el pasto y los árboles. 

Ese aire fresco que recorre todo el lugar.

Todo parece un lugar mágico y a la vez intrigante... misterioso.

Siempre la lluvia me crea una necesidad de escribir... ya sea lo primero que se me venga a la mente, o seguir trabajando en lo que escribo. Me crea la necesidad de plasmar mis ideas ya sea en un pedazo de papel o en lo primero que tenga a la mano...

Amo la lluvia.