lunes, 22 de julio de 2013

Mi vida no es una historia de amor



Últimamente, sólo tengo un pensamiento, el cual no abandona mi mente, y por más que me gustaría negarlo... no puedo.

Cada vez que llueve, me imagino cómo sería el estar con alguien, dejando que las gotas caigan sobre los dos, verlo a los ojos y tener la seguridad de que esa persona siente lo mismo por ti. Un momento tan mágico que ninguna película se podría comparar.

Sería algo perfecto el vivir toda una vida con esa persona.

Sólo sé que, mientras escribo, todo es como cualquier historia juvenil, una adolescente con un amor platónico, el cual sabe que no piensa en ella, y que no siente ni sentirá algo. Pero, en ésta versión, no pasa ningún milagro en el que ese muchacho se enamora mágicamente de esa adolescente. Ésta vez no es así, mi vida no es un guión de película de amor.

En esta historia, ésta adolescente se refugia entre las letras, desahogándose y divirtiéndose, plasmando sus ideas en las hojas de una libreta que nunca abandona, pero que pronto se llenará... y, de vez en cuando, relata cosas que ésta adolescente sólo vive en sueños.

Mi vida no es una historia de amor, es más que nada una tragicomedia, en la que, sólo soy la protagonista porque es mi vida, pero muchas veces pierdo el papel principal.
Al parecer, el amor no fue hecho para ésta adolescente, o más bien, ella no fue hecha para el amor.

En fin, esta historia aún se está escribiendo.
Ni siquiera hemos llegado al clímax.




Continuará...

viernes, 19 de julio de 2013

Demasiado tiempo libre


Estos días he estado corta de inspiración. He querido escribir en varias ocasiones, pero tengo tantas ideas acumuladas y desordenadas en la mente, que sólo me quedo viendo la pantalla de la computadora, o, en su caso, dibujando cosas sin sentido en las hojas de mi libreta.

No lo sé... es extraño. Me di cuenta de que he cambiado bastante, he dejado de hacer muchas cosas que me gustaban hacer, dejé de escuchar la música comercial que tanto me encantaba y en su lugar, he estado jugando World Of Warcraft... Ni siquiera entiendo mi forma de pensar actual. Y es extraño porque empecé a escuchar música que en mis épocas de "materialismo", nunca me hubiera atrevido a escuchar.
Hay tantas cosas que han estado cambiando dentro de mí en estos últimos años... como cuando no me atrevía a leer ni un libro cuando era pequeña... tantas cosas sin alguna conexión aparente dentro de mi mente.

Y no es el que esté "madurando", es totalmente lo contrario, me siento más inmadura que antes...

Mi mente está en un desorden total.

No tengo idea de lo que tengo dentro de la cabeza, trato de indagar por ahí, pero no he tenido resultados... o al menos no por el momento. O podría ser que, tal vez, ni siquiera quiero hacerlo... no quiero saber que tengo dentro de mi mente. Miedo... o simple flojera.

Últimamente, en mis vacaciones, entro en crisis existenciales y de identidad... y no tengo idea de por qué... Me afecta tener tanto tiempo sin tener algo que me mantenga ocupada.

Debería dejar de pensar tanto...

miércoles, 17 de julio de 2013

"No soy diferente"



"No soy diferente. No soy bohemia como asegura todo el que no me conoce: no pinto, no dibujo, no toco ningún instrumento, no canto. Quería decirte que no actúo en obras de teatro, que no escribo poemas. No bailo excepto cuando estoy alegre en las fiestas. No soy deportista, no soy gótica ni porrista, no soy tesorera ni segundo capitán. No soy una lesbiana que ha salido del clóset y se siente orgullosa, ni el chico de Sri Lanka, ni una trilliza, una borracha, un genio, una hippie, una cristiana, una puta, ni siquiera una de esas chicas superjudías que tiene una pandilla con kipá y le desea a todo mundo un feliz Sucot. No soy nada (...) 

Me gustan las películas, todo el mundo lo sabe- las adoro-, pero nunca estaré al frente de ninguna porque mis ideas son estúpidas y están desordenadas en mi cabeza. No hay nada diferente en eso, nada fascinante, interesante, que valga la pena mirar. Tengo un pelo horrible y ojos de tonta. Tengo un cuerpo que no es nada. Estoy demasiado gorda y mi boca es increíblemente fea. Mi ropa es una broma y mis bromas son desesperantes y complicadas y nadie más se ríe con ellas. Hablo como una imbécil, no sé decir nada que haga pensar a la gente como yo, simplemente parloteo y tartamudeo como una fuente rota. (...) Hablo mal de todo el mundo y luego me enfurruño cuando no me llaman. Mis amigos se desvanecen como si los hubiera lanzado de un avión. Sudo por todas partes, mis brazos, la manera en la que me muevo de forma torpe tirando cosas, mis calificaciones normalitas y mis intereses estúpidos, el mal aliento, los pantalones ajustados por detrás, mi cuello demasiado largo, o algo así. Trato de engañar y me descubren, me hago la interesante y meto la pata, estoy de acuerdo con los mentirosos, digo cualquier tontería y pienso que es algo inteligente. Me tienen que vigilar cuando cocino para que no queme el guiso. Soy incapaz de correr cuatro cuadras o de doblar un suéter. Finjo como una imbécil, bromeo como una loca, perdí la virginidad y ni siquiera eso hice bien, accediendo a ello y poniéndome triste e irritándome después, aferrándome a un chico que todo el mundo sabe que es un tarado, un bastardo, un imbécil y un cabrón, queriéndolo como si tuviera doce años y descubriendo toda la verdad de la vida en la sonrisa de un recorte de revista. Amo como una loca, como en una comedia romántica, como una boba con demasiado maquillaje que dice su extraño guión a un hombre atractivo cuyo propio espectáculo de comedia ha sido cancelado. No soy romántica, soy una tonta. Sólo los estúpidos creerían que soy lista. No soy nada que nadie debería saber. Soy una lunática que deambula en busca de migajas, soy todos y cada uno de los miserables imbéciles a los que he desdeñado y pretendido no reconocer. Soy todos ellos, cada uno de los últimos detalles horribles de un mal disfraz de última hora. No soy diferente, en lo absoluto, no soy distinta a otra partícula cualquiera. Soy una imperfección imperfecta, una ruina ruinosa, unos restos manchados y tan destrozados que soy incapaz de descubrir lo que era antes. No soy nada, nada de nada. (...)" 


-fragmento de "Y por eso rompimos" de Daniel Handler-

viernes, 5 de julio de 2013

En un café




 Y aquí estoy yo... con un pastel y una malteada a la mano que no he tocado para nada.
Estoy prácticamente sola, sintiéndome tan pero tan fuera de lugar.

 Cómo hubiera preferido quedarme en casa, recostada en mi cama, viendo la lluvia caer.

Dos compañeras de la escuela aparecieron por aquí... ¿Cuáles eran las probabilidades de encontrármelas? De tantos cafés que hay por aquí, están en el mismo que yo.

 Deberán creer que soy una grosera... Las vi, me vieron, pero desvié la mirada, no las saludé ni nada... sí, soy una grosera; algo habrán dicho de mí, se rieron después de verme, se sentaron en un lugar donde no las puedo ver.

 Debí haberles sonreído, o haberles hecho el típico gesto con la mano para saludar... pero no lo hice... no hice nada... sí, soy una grosera.

Primer sorbo de malteada...
Sigo aparentando que pongo atención a toda la plática..
Un tal Carlos tenía una relación amorosa con su alumna... o al menos eso escuché.

Primer rebanada de pastel... No está tan mal. 
Chismes, chismes y más chismes... no sé que hago aquí.

5 sorbos de malteada más...
Un grupo de personas llegó, seguramente cosas del trabajo, se nota en la forma de vestir de todos ellos... en los ojos de preocupación bien disimulados con una sonrisa tan falsa y obligada... seguramente alguno pensando lo mismo que yo ¿Qué  demonios hago aquí?

Más sorbos, más rebanadas...
Mis compañeras se fueron. No me vieron, no me despedí... Sí, soy una grosera.

Un sorbo más y una rebanada más...
La lluvia regresó... Estoy controlando mis impulsos de querer irme y empezar a caminar sin rumbo bajo la lluvia. ¿Qué hago aquí?

3 sorbos más y jugando con lo que queda del pastel...
Sigo tratando de disimular el aburrimiento.
El lugar está casi vacío.

Más sorbos y un pedacito más...
Demasiado dulce para mi gusto. Mis ganas de irme aumentan.
Chismes, chismes, chismes...

Un pedacito más y se acabó el pastel...
Más de tres horas aquí.
El aburrimiento se transformó en sueño.

Se acabó la malteada...
El sol ya se ha ocultado y seguimos aquí.
Sólo hay una familia frente a nosotros.
¿Qué hacer, qué hacer? Tamborileo mis dedos sobre la mesa, observando cuidadosamente la decoración del lugar. Muchas fotos de películas antiguas mexicanas.
Ya me quiero ir.

Casi cuatro horas...
Mis ojos luchan por permanecer abiertos.

La cuenta por favor.
¡Al fín!

La timidez no me deja



"Y el momento se pierde... te sientes tan fuera de lugar.
A veces cometes errores sin pensar... aunque tal vez piensas demasiado por error. Quedas nuevamente como el villano de la historia.
Creías haber escapado, pero no por completo."
A veces siento que no soy tan mala persona. Es decir, cuando hago algo malo, no tengo la conciencia tranquila, y pienso en eso día y noche hasta que lo arreglo de alguna manera.
Ciertas veces, piensan que soy grosera y mal educada... pero no es que lo sea, es que en ciertas ocasiones, no sé cómo actuar y mi timidez me deja paralizada... sea la persona que sea.
Soy demasiado tímida como para entablar una conversación por mí misma, además de que me cuesta mucho seguir con la plática; llego al punto de, o ser cortante con mis respuestas, o escapar... sí, suelo huir de esas situaciones incómodas, con la esperanza de no volver a encontrarme con esas personas... nunca.
Suelo evitar los momentos de socializar, por eso no voy a fiestas o reuniones, todo para no pasar por mis momentos de "no he dicho nada en toda la plática" "¡No sé qué decir!" "¡¿Qué hago?!". También evito el tener que saludar a una persona que me llego a encontrar en la calle o algún lugar público, no porque quiera ser grosera o me caigan mal, es por el simple hecho de pasar por mis ataques de "¿Lo saludo, le sonrío?... se está acercando ¡¿qué hago?!", o ese sentimiento incómodo de saludarlos y que ellos a mí no. Cuando pasa eso, cambio de ruta "discretamente", empiezo a jugar con el celular "simulando" no haberlos visto... y sí, lo puse entre comillas porque suelo ser 《DEMASIADO》 obvia... los nervios no me dejan ser discreta.
Soy demasiado tímida... Mucha gente que ha pasado por mi vida me ha dicho que le caigo mal o desespero por ser callada (lo bueno es que son sinceros). Y sí, cuando estoy sola con gente que no conozco lo suficiente o que no conozco para nada, no digo ni una sola palabra.
En cambio, cuando estoy con mis amigos... no me pueden callar...
Sí, ironías de la vida.

miércoles, 3 de julio de 2013

"Estoy bien"



Momentos en blanco, miradas vacías y labios en silencio.

¿Qué decir? Sólo tienes deseos de irte y alejarte de todo.

Llegan momentos en los que sólo piensas "mentira, mentira, mentira, mentira..."

A veces llegas a tener miedo, no crees en las palabras que te llegan a decir. Sólo sabes que por ser como eres, eres propenso a las burlas o bromas de personas que se sobrevaloran a sí mismas, no les importa, en lo más mínimo, herir a otros, sólo porque de esa manera se divierten, entretienen y se sienten más... Realmente no lo entiendo, es estúpido.

Sólo callas y tratas de olvidar, te limitas a decir algo o hacer algo. Te duele, por supuesto que sí, pero te niegas a derramar alguna lágrima.

Te preguntas a ti mismo ¿Por qué eres así? ¿Por qué te hacen eso? ¿Por qué te lastiman de esa manera?

Te odias, odias a los demás, odias todo.

"No importa, no importa" Te lo repites las veces necesarias para que las lágrimas que tienes acumuladas no caigan.

Respiras profundo y sonríes... "Estoy bien"

lunes, 1 de julio de 2013

No inspiration



Quedarse callando, bajar la mirada y seguir. Quedarse con las palabras atascadas, morirse por hablar, por decir algo, sacar los miles de sentimientos que has guardado, que aunque no se puedan describir, sientes la necesidad de sacarlo.

Las manecillas siguen en movimiento, el tiempo no se detiene, el mundo sigue avanzando, pero tu sigues varado.

Los días van pasando, la lluvia cae, el viento corre, caminas sin rumbo fijo, sin tener a dónde ir, pero queriendo llegar a alguna parte.


Y cuando llegan las suposiciones



Y llega el momento en el que piensas que todos te odian y que has hecho algo malo... sólo piensas en por qué no te hablan o por qué son cortantes. Te haces las típicas preguntas de "¿les pasa algo?” “¿Están enojados?” “¿Habré hecho algo malo?" Y tú sólo te hundes en ese tipo de preguntas y te la pasas pensando en las cosas que hiciste, y las cosas que se pudieron haber malinterpretado. Y después de tanto pensar te preguntas "¿acaso soy mala persona y no me doy cuenta?" y luego piensas, "tal vez soy una mala persona"... "Tal vez piensan que soy una...." y te sigues con una infinita serie de palabras de lo mala o malo que puedes ser para esas personas.
Te preguntas "¿acaso les molesto?,  ¿se habrán cansado de mí?" y así te la pasas todo el  día pensando en eso.

Y llegas al punto en el que mejor no les preguntas nada por el simple hecho de "si acaso están enojados", y te sigues hundiendo en tus pensamientos esperando a que ellos te hablen.




A esto yo le llamo Ataques de Suposiciones e Inseguridad