miércoles, 1 de mayo de 2013

Hace tres meses



Hace tres meses, seguía viviendo con la ilusión de que algún día te enamoraras, con la esperanza de que volviéramos a vivir esos momentos que pasamos aquellos días de octubre y noviembre.

Hace tres meses, aún me esforzaba y esmeraba por verme por lo menos un poquito bonita para ti.

Hace tres meses, seguía soñando con nuestro “felices por siempre”. Seguía imaginando nuestro futuro juntos.

Hace tres meses, aún sentía maripositas hiperactivas en mi estómago cuando me hablabas, cuando te veía… cuando me veías.

Hace tres meses, seguía ruborizándome cada vez que hablaba contigo, cada vez que me mirabas a los ojos. Seguía con esa dificultad de poder hablarte con tranquilidad.

Hace tres meses, aún vivías entre la tinta en mis libretas, entre las palabras que escribía.

Hace tres meses, seguía sin controlar esa sonrisa estúpida que me provocabas. Me causabas tantos nervios que yo me volvía estúpida.

Hace tres meses, aún esperaba ver ese puntito verde junto a tu nombre para poder hablar contigo, aunque no pudiera decir ni una palabra, buscaba una excusa para escribirte, y era feliz al escuchar ese sonidito que anunciaba que habías contestado.

Hace tres meses, seguía buscándote con la mirada, seguía escuchando cada una de tus palabras con tanta atención. Solía reírme contigo… a veces de ti, era inevitable, sólo me mirabas enojado, y yo, con otra mirada, te decía que no era enserio… sonreías, yo sonreía también.

Hace tres meses, seguía encontrando la inspiración en ti… provocabas cada suspiro entre cada palabra, creabas una película en mi mente que no acababa y no quería que terminara.


Pero… desde hace tres meses nos volvimos desconocidos.

Desde hace tres meses, sólo hay contactos visuales que no dicen nada… están completamente vacíos.

Desde hace tres meses, nos volvimos extraños…

Desde hace tres meses, tengo las palabras que quisiera decirte, atascadas.

Desde hace tres meses, oculto mi tristeza con una sonrisa.
 
Desde hace tres meses, vivo entre los recuerdos que tengo en mi corazón que se reproducen día y noche, y se convierten en sueños.

Desde hace tres meses, ahogo mis sentimientos entre lo más profundo de mí para que nadie los encuentre.


Desde hace tres meses sólo hay un suspiro que no acaba y un deseo que no se cumple…