domingo, 24 de marzo de 2013

La del error siempre soy yo



Y comienzo a pensar... ¿por qué siempre soy yo la que debe pedir disculpas? La que siempre debe buscar a los demás para arreglar las cosas... para estar bien?


¿Por qué yo? ¿Por qué siempre yo?


No siempre soy la culpable... ¿Por qué siempre termino siendo la mala?


¿Por qué todos se creen tan perfectos como para juzgar y decir quién es culpable y quién no? ¿Por qué nadie es capaz de aceptar sus propios errores y decir "Ok... Yo también tuve la culpa"? ¿Por qué es más fácil culpar a otros? ¿Por qué?


Toda mi vida siempre ha sido lo mismo... Siempre soy la de los errores, el problema siempre ha estado en mí.


Nadie es perfecto... Yo estoy llena de errores y siempre los cometo... Y lo acepto.

¿Y los demás? Ellos siempre los cometen, me han lastimado, y se han dado cuenta de que lo que hacen me afecta... Pero no les interesa, ¿y qué hago yo? Actúo como si no hubiera pasado nada, y seguimos adelante. Pero, ¿qué pasa si soy yo la que les hace algo? Se indignan y se van, terminan diciendo que siempre fui yo la que les hizo daño... Su conclusión, la del error fui yo.


Siempre es lo mismo.
Ya me cansé

jueves, 21 de marzo de 2013

Errores




Y llega un momento de tu vida en el que te das cuenta de todo lo que tienes, y lo triste es, que te das cuenta cuando estás a punto de perderlo.

Hay momentos de tu vida en la que te das cuenta de que la mayor parte del tiempo sólo te importaban cosas que no valían la pena, y que te preocupabas por cosas sin sentido... por simples tonterías. 

Duele saber que no valoraste las cosas importantes cuando debías hacerlo, y que por tus errores o descuidos... las pierdes o estás a punto. 

Nadie es perfecto, es verdad. Pero no es justo, ni para los demás, ni para ti mismo, cometer tantos errores y no darte cuenta de ellos. Hacer cosas que tal vez lastimen a los demás, pero estamos tan cerrados y preocupados por nuestro propio bien, que nunca nos percatamos de ello. 

Te das cuenta de que no eres la persona que creías que eras, eres quien no querías ser. Y realmente quieres cambiar, pero no tienes por seguro que lo vas a lograr, realmente no sabes. 

Todo esto duele y duele mucho y duele más al saber que ya es muy tarde... que ya no puedes hacer nada.