martes, 23 de abril de 2013

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Me preguntó si ya lo había olvidado, sonreí, me di la vuelta y empecé a caminar... De repente, las lágrimas se acumulaban, comencé a ver todo borroso, me detuve. Me quedé parada debajo de unos árboles frondosos. Alcé la mirada, pequeños rayos de sol podían colarse entre las hojas, las lágrimas comenzaron a caer, sin embargo, mi sonrisa seguía ahí.